Hay 2 formas posibles:
1. El modo tradicional y hoy en desuso consiste en la autogestión por parte de los propios cooperativistas. Esta modalidad tiene muchas dificultades para conseguir empezar, ponerse de acuerdo, financiación por lo que es muy difícil de llevar a cabo.
2. El modo actual consiste en delegar la gestión en una Gestora externa altamente profesionalizada. La eficacia de la Gestora, conjuntamente con el aval de los socios cooperativistas, es lo que facilita la financiación de la cooperativa.